Carboox es una empresa genuinamente brasileña, fundada en 1980, en Carapicuíba, municipio de la Región Metropolitana de São Paulo. Su fundador fue el ingeniero químico Omar Dibo Calixto Afrange, motivado por su inquebrantable y visionaria creencia en el emprendimiento técnico-científico.

La experiencia en flux de soldadura impulsó el desarrollo inicial de la empresa, tanto que, en 1982, sus instalaciones fueron trasladadas a Diadema (SP), donde puede contar con más espacio para avanzar como una empresa nacional de éxito.

No por casualidad, Carboox allanó entonces su entrada triunfal como proveedor de la industria siderúrgica. En 1983, fue invitada por Siderbras – holding responsable por la gestión de las siderúrgicas nacionales en Brasil, antes del proceso de privatización – a participar de un plan sin precedentes: desarrollar y producir fundente en polvo para la colada continua de las siderúrgicas brasileñas.

La iniciativa de nacionalizar la producción de este importante insumo para abastecer a las siderúrgicas de Brasil contó con la participación de otras 13 empresas nacionales. Pero solo Carboox tuvo éxito como productor de flux, cuyos detalles se pueden encontrar en la sección Memoria de este sitio web.

En 1988, cuando el producto se hizo famoso, la empresa se mudó para Resende (RJ) y continuó actuando de manera constante en la fabricación de fundentes para soldadura y refractarios. En 2005, después de mucha insistencia de su principal competidor en fundentes para soldadura, Carboox renunció a esta área y se concentró en fundentes y refractarios.

También en 1998, la empresa cerró un acuerdo de transferencia de tecnología con Nippon Thermochemical, el fabricante de flux más renombrado de Japón, estrategia que contribuyó a consolidar la posición de mercado de Carboox como proveedor de este producto en Brasil, como también se informó en Memorias.

Poniendo en práctica su tradicional vocación innovadora, la empresa diversificó su cartera en estos dos segmentos. En refractarios, además de productos destinados a facilitar la apertura de válvulas de cajón en tachos y hornos, en siderúrgicas integradas y eléctricas, la empresa ha desarrollado máquinas capaces de automatizar este proceso. El fundente ahora cuenta con inyectores para brindar mayor seguridad y precisión en su aplicación en el molde.

En 2016, Carboox también se deshizo del área de fundentes y se centró por completo en refractarios, uniendo esfuerzos con Intocast. La sociedad comenzó en 2007 debido al interés de la empresa en suministrar masas refractarias a distribuidores y sartenes en Brasil, llegando incluso a ser accionista de Carboox en 2020, cuyos detalles también se informan en Memorias.

El cambio fue liderado por el administrador Omar Filho, -líder de la segunda generación de emprendedores de Carboox- que desde 1980 trabaja junto al “viejo”, como cariñosamente se refiere a su padre, fallecido en 2017. Omar Afrange – el fundador – dejó el día a día de la empresa en 1997, cuando comenzó a dedicarse a asuntos institucionales y relacionados con las innovaciones tecnológicas.

Sumado a la tradición innovadora de la empresa, Omar Filho, el nuevo director general, puso en práctica su aprendizaje, experiencia y capacidad de gestión para seguir adelante con el legado de su padre. Su marca como directivo, ya impresa en la costura de las mencionadas alianzas estratégicas, se consolidó aún más en la empresa a través de una visión empresarial inspirada en la inserción global.

La asociación con Intocast preservó la autonomía de mercado de Carboox, cuyas operaciones en América del Sur están dirigidas por la nieta del fundador, la administradora Stephanie Afrange. Su padre, Omar Filho, permanece en la empresa, como Consejero.

Además de la experiencia comercial adquirida en la propia Carboox, donde trabajó durante más de 15 años, antes de la asociación entre las dos empresas, Stephanie se formó en la propia Intocast, realizando prácticas en algunas de sus unidades en el extranjero. Bajo su responsabilidad no solo está la gestión de la tercera generación de emprendedores de Carboox, sino sobre todo una gestión moderna enfocada en la diversidad cultural y de género.

Con esto en mente, el nuevo gerente espera asegurar la continuidad de una empresa familiar, con una trayectoria de más de 40 años. En este camino, Carboox siempre supo reinventarse, superando desafíos y reposicionándose en el mercado.

Carboox cuenta con un moderno parque industrial ubicado en una zona privilegiada de Resende, en el estado de Río de Janeiro.

Dispone de una capacidad instalada de 4 mil toneladas mensuales de insumos para la acería, entre los que se encuentran granulados refractarios para sellado de válvulas en tachos y hornos de acero, además de materiales aislantes.

Es proveedor de soluciones completas para procesos específicos, desde el desarrollo de los insumos y equipos más adecuados aliados a su aplicación, proyectos individuales, hasta asistencia técnica intensiva y participativa.

La cultura de la empresa consiste en un conjunto de creencias y principios compartidos por su fundador, más la formación tecnológica y el aprendizaje de sus empleados.

Nos guía el propósito de estar siempre en la frontera del conocimiento, desarrollando productos y soluciones que agreguen valor a los negocios de nuestros socios y clientes.

Nuestro diferencial son las personas que, a través de sus habilidades y competencias, hacen de la organización un grupo cohesionado y comprometido con su objetivo estratégico.

Nuestra ética se basa en la práctica de una relación transparente y duradera, garantizada a través de una asistencia eficiente y de alta confiabilidad.